Pero cuando se cumplió el tiempo establecido, Dios envió a su Hijo, nacido de una mujer y sujeto a la Ley, para redimir a os que estaban sometidos a la Ley y hacernos hijos adoptivos.
(Gálatas 4, 4-5)
En el misterio de la redención del Señor, la Iglesia ha ido reflexionando a traves de los tiempos en el papel de María. Su papel, único e indiscutido, pasa por su Sí filial y total a la Voluntad de Dios en su vida. A ese fiat estamos todos ligados, pues gracias a su sí incondicional, Dios se hizo carne y nos salvó por su encarnación, pasión, muerte y resurrección.
María, en este plan de la salvación ideado por Dios, esta asociada de un modo altísimo. Pues si todos estamos llamados a reproducir en nosotros la imagen del Señor como hijos adoptivos de Dios, salvados por la sangre de Jesucristo, en Ella esta imagen es purísima y perfecta.
¿Es irrespetuoso entonces para Dios llamar a Maria "corredentora"?
Nos enseña San Pablo: «Ahora me alegro de mis padecimientos por vosotros y suplo en mi carne lo que falta a las tribulaciones de Cristo por su cuerpo, que es la Iglesia».
Pues si nuestros cuerpos son miembros del Cuerpo Místico de Cristo. ¿Que lugar ocupa María sino el más excelso ? ¿ En que medida los sufrimientos físicos y espirituales de María no completan o complementan los sufrimientos salvíficos de Cristo ?
Me dirán, "los sufrimientos de Jesús son suficientes", y tienen razón. Pero es Jesús, Dios, quien nos ha querido asociar a esta obra redentora. Y María es parte tambien de esta obra y de una manera tal que ninguno de los hombres lo ha sido ni lo será. ¿ Osas adjudicarte a ti mismo las palabras de San Pablo, que por otro lado son palabra de Dios, y no admites adjudicárselas a María ? ¡Tamaña soberbia! ¿ Admites que San Pablo se las adjudique y no admites que María pueda adjudicarselas? ¡Temaña ceguera espiritual!
Y a modo de paralelo, ¿no somos llamados co-creadores los seres humanos por participar de la paternidad y generación de nuestros hijos de un modo consciente y libre, siendo que toda vida y creatura proceden de Dios? ¿No osas adjudicarte el título de padre o madre cuando sabes que tu has generado la vida de ese ser humano porque Dios así lo ha permitido pero su alma o espíritu proceden de Dios y sólo de El y tu no has tenido parte en su creación? Entonces, si yo, pecador, puedo ser llamado con justicia co-creador porque Dios, haciendome partícipe de su fuerza creadora me permite transmitir esa vida a otros, con mas justa justicia María puede y debe ser reconocida como corredentora, asociada de manera perfectísima a los sufrimientos del Salvador por nuestra redención, de manera eminentísima respecto a todos los miembros de la Iglesia por su papel, necesario, único y eminente de su Maternidad Divina, ya que por Ella y a través de Ella nos vino la Salvación y la redención: Jesucristo.
¡Feliz culpa que nos dio tal Salvador!, dice la Iglesia con gozo.
¡Feliz Madre que nos dió con su sí tal Redentor! decimos los hijos de la Iglesia.
Jueves, 29 de Enero de 2009
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