Permanezcan en mí, como yo permanezco en ustedes. Así como el sarmiento no puede dar fruto si no permanece en la vid, tampoco ustedes, si no permanecen en mí. Yo soy la vid, ustedes los sarmientos. El que permanece en mí, y yo en él, da mucho fruto, porque separados de mí, nada pueden hacer.
(San Juan 15, 4-5)
En el Evangelio de San Juan por 33 veces el Evangelista usa el verbo “permanecer”. Y 11 de ellas sólo en el capítulo 15. Es evidente la importancia de su hondo significado para el Señor. Permanecer es mas que simplemente estar. Es mucho mas íntimo. Uno puede estar sin sentir pertenencia. Pero el permanecer tiene un dejo de eternidad, de opción completa, de apropiación de aquello o Aquel en quien se desea permanecer.
Y el sarmiento separado de la Vid ya no es mas que rama seca. Para que el sarmiento de su fruto, la uva, debe necesariamente nutrirse de la savia que le da la Vid. Y para que el mundo sepa que somos discípulos de esa Vid Eterna no podemos dar otro fruto que las uvas de Cristo. Frutos distintos, raquíticos, deformados o secos son signo visible de que, si no está aún el sarmiento cortado de la Vid, esta a punto de hacerlo. El viñador puede cortar él mismo las ramas, pero hay ramas que se cortan solas …
¿Y que decir de la tierra donde nació esa Vid? De Ella “mamó” la savia vital de la vida. En Ella creció desde un pequeño brote y Ella la alimentó hasta la edad madura en que estuvo preparada para dar fuerza y savia a los sarmientos para que estos a su vez den fruto abundante. Porque estar unidos a la Vid tambien es estar unidos a la Tierra de la cual nació esta Vid. No se puede adherir a la planta pero despreciar la tierra que lo hizo posible.
María esa tierra no trabajada, no herida, no mancillada. María es esa Tierra que cuidó el Padre Eterno como Paraíso terrenal incorrupto de la cual debería nacer el nuevo Adán, la Viña de Salvación. No te olvides de Aquel que a si mismo se llamó la Vid Verdadera y permanece unido a El. No te olvides de Aquella a quien propiamente podemos llamar "Madre Tierra de la Vid Verdadera" y permanece unido a Ella como la Vid lo está. No creas a aquellos falsos profetas que predican una “iglesia” sin María o con una María devaluada a un status igual o menor que la de los sarmientos.
¡Tamaño misterio! ¡Aquella que dio la Vida a la Vid verdadera es su Sarmiento mas glorioso! ¿Dónde se vió, como dicen los santos, que la creatura diera a luz a su Creador? ¿Dónde se vió que el Sarmiento diera origen a la Viña de la cual brotó?
Y agrega el Señor:
Si cumplen mis mandamientos, permanecerán en mi amor, como yo cumplí los mandamientos de mi Padre y permanezco en su amor. (San Juan 15,10)
Cumple tú el Mandamiento del Señor de honrar a su Madre como El mismo la honró y sabrás que estás en el buen camino de permanecer en su Amor.
- Claudio* -
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