En aquel momento Jesús se estremeció de gozo, movido por el Espíritu Santo, y dijo: "Te alabo, Padre, Señor del cielo y de la tierra, por haber ocultado estas cosas a los sabios y a los prudentes y haberlas revelado a los pequeños."
(San Lucas 10,21)
El 1 de octubre, la Iglesia toda celebró a Santa Teresita del Niño Jesús, Doctora de la Iglesia y Patrona de las Misiones. Conocemos que la vida de Teresita no fue fácil. Pero sabemos también que fue pequeña y el Señor le enseñó un caminito de humildad ocultado a los ojos de los "sabios y prudentes". Y en medio de esa "imprudencia", Teresita amo al Señor con locura y tuvo un gran amor por María Santísima y una estrecha relación con ella.
Teresita misma cuenta que cuando era pequeña, luego de morir su madre, entró en una profunda depresión y estado enfermizo que hizo temer por su vida. En el colmo de la desesperación rogó a la Virgen que la curara. En su habitación habia una imagen que ella llama en su Diario bajo la advocación de “Nuestra Señora de las Victorias”. Su ruego final fue mirando a dicha imagen. Y en un instante la imagen se iluminó y la Virgen María le sonrió, curándola completamente e instantáneamente a partir de ese momento.
“En aquel momento, todas mis penas se disiparon. Dos gruesas lágrimas brotaron de mis párpados y se deslizaron silenciosamente por mis mejillas, pero eran lágrimas de pura alegría... La Santísima Virgen, pensé, me ha sonreído! Qué feliz soy...! Sí, pero no se lo diré nunca a nadie, porque entonces desaparecería mi felicidad.”
Aún en medio de la adversidad, la Virgen María nos acompaña en el camino junto a Jesús. A veces el Señor permite una sanación. A veces permite que todo siga como hasta ahora. Solo El, el único Sabio, sabe que es lo mejor para la Salvación de cada uno. Por eso, siempre, hay que dar la Gloria a Dios. En las buenas y en las "aparentes" malas. Y decir con Job y con María:"El Señor me lo dió. El Señor me lo quitó. ¡Gloria al Señor!" (Job 1,22)
Acudamos con confianza de niños a nuestra amada Madre, especialmente por aquellos que tienen depresión, enfermedades mentales, moribundos, que sufren de soledad y desolación … Nuestra Madre, junto con Santa Teresita, nos enviarán una lluvia de Rosas de Gracias Celestiales y aún en medio del desierto verás florecer en tus labios una sonrisa.
Que Dios los bendiga y Santa María les sonría.
- Claudio* -
Originalmente publicado el Sábado, 3 de Octubre de 2009 en www.mariamadrededios.com.ar
2 comentarios:
Te alabo Señor porque has ocultado estas cosas a sabios y entendidos,
y se las revelado a gente sencilla.
Si, Teresita es modelo. Yo la quiero con locura.
¡Muchas gracias!
Dios le bendiga!!!
¡Amen! Acudamos siempre a Ella es Nuestra Madre...
Hermosa reflexión de la vida de Santa
Teresita.
¡ Muchas gracias por compartir.
Dios le bendiga.
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